La humanidad entra en la Era Espacial
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El 4 de octubre de 1957, la Unión Soviética sorprende al mundo poniendo en órbita el primer satélite artificial de la tierra, el Sputnik 1. Precisamente en idioma ruso Sputnik significa satélite o compañero de viaje. Este nombre del primer satélite artificial de la Tierra, quedo de aquí en más, definitivamente en la memoria colectiva. Hay mucha confusión en la utilización de esta denominación por el simple hecho de su significado. Todos los miles de artefactos puestos en órbita alrededor de un cuerpo celeste con posterioridad, son por supuesto también "sputnik", o sea satélites. Por otra parte, este proyecto abarcaba un programa más amplio y ambicioso que consistía en varios vuelos no tripulados(a), precisamente con la idea puesta en el futuro, de enviar al espacio seres humanos.
El Sputnik-1, llamado PS-1 [por las siglas en idioma ruso de "Prostoy Sputnik" (Простой Спутник) que significaban "Satélite Simple"] estaba constituido por dos semiesferas de aluminio pulido de 2 mm de espesor, unidas entre sí por 36 pernos, con los bordes sellados por una junta de goma. El hemisferio superior poseía una cubierta de un 1 mm de espesor que cumplía la función de escudo térmico, mientras el inferior tenía una cubierta anodizada. La esfera que resultaba de dicha unión tenía un diámetro de 58 cm (unas 23 pulgadas) y pesaba 83.6 kg (unas 184 libras). Poseía cuatro antenas que estaban dispuestas en ángulos de 70°, de las cuales dos medían 2.89 metros y las dos restantes 2.38 metros las que servían para enviar la señal de transmisión. La mayor parte de su peso se debía a sus 3 baterías de un vatio de plata y zinc (unos 50 Kg). Dos baterías alimentaban la radio y una al ventilador, el que comenzaba a funcionar cuando la temperatura interna superaba los 30°C, haciendo circular el aire en la carcasa exterior más fría, apagándose cuando la temperatura descendía por debajo de los 23°C. La esfera estaba rellena de gas nitrógeno seco a una presión de 1.3 atmósferas. Además del ventilador, llevaba un control térmico y varios sensores. Los transmisores de radio operaban a 20.007 y 40.002 megaciclos [llamados en la actualidad megahercios (en inglés megahertz: MHz)] (1 watt) (en el entorno de los 15 y 7.5 m de longitud de onda). Las emisiones se realizaban en grupos alternativos de 0.3 segundos. La frecuencia de las transmisiones no se ajustaban a las acordadas previamente con motivo del Año Geofísico Internacional, por los que en el ambiente de la "guerra fría", dio lugar a muchas especulaciones conspirativas o que quizás el cambio se había efectuado para que fuera fácilmente captado por los radioaficionados, para lograr un mayor impacto propagandístico. Pero pasados los años, aparentemente se deduce que no hubo tal elaboración. Por lo que se sabe Konstantin Gringauz había realizado múltiples investigaciones sobre la propagación de las señales de radio y la ionosfera y fue quien propuso el esquema de dos frecuencias. En ese momento no se sabía cuál era la frecuencia crítica de la ionosfera en la capa F superior, o si esto interferiría con las transmisiones de radio. El control térmico enviaba los datos de temperatura dentro y sobre la superficie de la esfera. También les preocupaba el daño que podrían producir los micrometeoritos. Así, si la temperatura salía de un rango de entre 0 y 50°C, o la presión dentro de la esfera bajaba, los transmisores de radio cambiarían su patrón a una frecuencia de 0,2 segundos uno y 0,4 segundos el otro.
A la altura del perigeo (el punto de la órbita más cercano a la tierra) la atmósfera era todavía demasiado densa, lo cual frenaba lentamente el satélite en cada vuelta. En consecuencia la órbita fue cambiando permitiendo por primera vez medir la densidad de la alta atmósfera. También permitió obtener datos sobre la propagación de las radioseñales en la ionosfera con lo cual se pudo cuantificar los electrones en la misma. La temperatura y la presión se codificaron en la cantidad y la frecuencia de lo "beep" de radio que emitía, indicando además que el satélite no había sido impactado por un meteorito. Debido que la esfera estaba rellena con nitrógeno a presión, podría haber detectado algún impacto de meteoritos, pero no sufrió ninguna pérdida de presión. Por supuesto, sirvió para comprobar los cálculos teóricos y las soluciones técnicas fundamentales. Además de elaborar las soluciones a los problemas de la colocación en órbita, de los registros térmicos y más.
Una debilidad de la Unión Soviética tubo como resultado su gran ventaja al inicio de la carrera espacial con los Estados Unidos. Debido que la URSS tecnológicamente tenía problemas para fabricar ojivas nucleares más livianas, se vieron obligados en esforzarse para que sus misiles intercontinentales se volvieron más grandes y más potentes. Así, todo su empeño en lo militar en la guerra fría, hizo que cuando empezara la llamada carrera espacial sus cohetes fueran capaces de poner el primer satélite artificial en órbita y luego de poner también al primer hombre circunnavegando nuestro planeta. Ya con su serie Sputnik, esbozaban la capacidad de poner al hombre en la Luna, como se comprobó mucho después al descubrirse la existencia de un módulo lunar "LK Lander".
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