La creciente actividad comercial privada en el espacio. (1)

La creciente actividad comercial privada en el espacio. (1° parte)

Imagen de la película de Stanley Kubrick (1928-1999) "2001: A Space Odyssey" ("2001: Odisea del Espacio"). Estrenada el tres de abril de 1968.

Esta gigantesca estación espacial con forma de rueda y girando en el espacio con la música de fondo de "En el bello Danubio Azul" (An der schönen blauen Donau),  alimentaba nuestra imaginación cuando muy joven, sin pensar que posiblemente en nuestra vida, se convertiría en realidad.

 

Bajo el término New Space ("Nuevo Espacio") o astromorfismo se abarca una nueva creciente actividad espacial privada.

Siendo solo unas pocas empresas, las que por la publicidad de sus logros son de conocimiento público, las mismas son solo la punta del iceberg de las que están procurando tener protagonismo en este sector emergente del New Space. Ya logrando obtener contratos con las agencias de los gobiernos o colocando en órbita los satélites de empresas privadas, impulsando el turismo espacial o como subrayamos en esta entrada, proyectando alquilar espacios para la investigación y el desarrollo tecnológico, y hasta para hacer films en condiciones de ingravidez, cada vez son más las que se suman a estas iniciativas. Necesariamente no todas podrán lograr sus objetivos, algunas deberán desistir por no conseguir alcanzar la suma de inversiones necesarias, otras por no disponer del acceso a las tecnologías adecuadas. Tal el caso por ejemplo, de la empresa aeroespacial Orion Span, que había anunciado en 2018 su plan de construir una estación espacial comercial. La misma, llamada Aurora¹), debería empezar a recibir pasajeros en 2022 según sus anuncios. Finalmente, esta compañía radicada en California no solo no pudo cumplir lo propuesto en esa fecha, sino que también desistió totalmente de su proyecto efectuando la devolución el dinero aportado por los interesados.

Como hemos visto, el espacio ofrece nuevas oportunidades para explotarlo económicamente. Por una parte, el turismo espacial luego de un tímido comienzo a nivel de agencias gubernamentales, se está acelerando gracias a la competencia de varias empresas privadas que vislumbran una excelente oportunidad de futuro. Por otra parte, se incrementan los segmentos de negocios que podrían estar interesados en desarrollar investigaciones y nuevas tecnologías en condiciones distintas a las de la superficie terrestre y posiblemente, algunos con una visión más hacia el futuro, preparándose para explotar los recursos ajenos a nuestro planeta. El inicio de la explotación de minerales en asteroides, y en los planetas y satélites. 

Primeramente el hombre, alzó su mirada a los cielos para tratar de descifrar el vaticinio de los dioses. No tardo tanto, en faltarles el respeto y envidiar a los pájaros, volando solo con la imaginación. Solo con esta, más tarde se imagino viajando a nuestro satélite y más allá. Primero se elevó a merced de la naturaleza, luego aceleradamente, tan solo en un siglo, dominó el arte de volar. Pero en su afán de conquista quería alejarse más de su hogar, la Tierra y puso su pie en la Luna. El próximo paso será su vecindario del Sistema Solar y soñará con los viajes interestelares.

Producto del afán explorador del ser humano, siempre tratará de alcanzar la nueva última frontera.

La proyectada estación Voyager de Orbital Assembly.

Esta es Voyager, la ambiciosa segunda estación orbital que Orbital Assembly quiere ensamblar en órbita baja de la Tierra (LEO) para ponerla en funcionamiento antes de que termine la década. De 11.600 metros cuadrados habitables entre módulos y tubos de acceso, con gravedad simulada de 1/6 en los módulos exteriores y 44 vehículos de retorno de emergencia (ERV). La estación espacial comercial Voyager se planifica con un diámetro total de 200 metros y podrá acomodar 280 personas de pago y 112 de personal de servicio. Se trata de una estación espacial híbrida como la imaginada por Werner von Braum y cuyas imágenes nos deslumbraron en 2001: Odisea del Espacio, teniendo una forma de rueda gigante que gira, permitiendo tener una zona central con condiciones de ingravidez y una en el exterior del toro donde se puede experimentar algo de gravedad. Cuanto más estemos direccionados hacia el exterior del centro, obtendremos mayor sensación de gravedad.

Como etapa previa a la construcción de la Voyager, Orbital Assembly piensa instalar en órbita una estación espacial de dimensiones más reducidas, a la cual bautiza Pioneer. Bajo el lema de la compañía: donde el comercio, la investigación y el ocio prosperan en el espacio.

La Pioneer, es de aproximadamente un décimo del tamaño de la Voyager, esta proyectada para poseer cinco puertos de acoplamiento y ser ocupada hasta por 28 personas. Conserva las características de ser híbrida, y su menor tamaño aumenta la gravedad artificial producida por su giro a 0.57 G en su parte más exterior. Según el concepto propuesto por el ingeniero ruso Konstantin Tsiolkovsky por la década de 1890, el movimiento giratorio sería, en la escala correcta, causante de que las personas dentro de una estructura de ese tipo experimentaran una gravedad similar a la de la superficie terrestre. Fue Werner von Braun quien reflotó la idea en la década de 1950 y realizó algunas pruebas pero a una escala muy pequeña. Orbital Assembly, realizó en 2021 una serie de pruebas con un toro dona de 78 metros de diámetro por 2 metros en su "anillo de gravedad" y unas 11 toneladas de peso, en su planta de Fontana en California. Otra tarea que los ingenieros vienen estudiando tiende a aumentar la simplicidad de la construcción y la forma de ensamblar las distintas partes en el espacio. Si bien el modelo tentativo del dibujo, muestra cuatro módulos habitables con cuatro puertos de embarque, la Pioneer podría estar constituida con un abanico de 2 a 8 módulos (con un volumen individual de 375 m³ cada uno) y de 4 a 16 puertos de atraque, manteniendo una capacidad de 28 personas. La Pioneer servirá de banco de pruebas para el desarrollo de los 24  módulos de Voyager.

ORBITAL REEF

Jeff Bezos, el fundador de Amazon y de la empresa aeroespacial Blue Origine, se suma también a este deseo de poner en órbita baja para antes de fin de esta década, su propia estación espacial comercial de uso mixto. La empresa ha encontrado la colaboración de Boeing, Redwire Space, Sierra Space, Genesis Engineering Solutions y la Universidad Estatal de Arizona. Se trata de la bautizada recientemente como Orbital Reef ("Arrecife Orbital"), la que apuesta a un diseño más parecido a los ya probados. Aunque la similitud es solo aparente, ya que la empresa promete introducir un nuevo concepto de arquitectura espacial, con módulos amplios, sin atiborramiento de objetos y cables, grandes ventanas direccionadas hacia la Tierra, servicios a la habitación, respaldo de atención médica y oportunidades de recreación. O sea, todo lo que le convertiría en un confortable hotel de cinco estrellas, pero en singulares condiciones de ingravidez, alejándola de la imagen actual de las estaciones orbitales. Ofrecerá también módulos cerrados para ser utilizados como laboratorios de investigación. Sin duda, dada la colaboración que ha conseguido, este proyecto se apoyará en los aviones espaciales Dream Chaser, la nave espacial Starliner de Boeing y por supuesto, su propio sistema de lanzamiento New Glenn. Toda una tecnología espacial de nueva generación, que ya se encuentra desarrollada o en sus etapas avanzadas. Promete 830 m³ de volumen para 10 personas e incluso una nave espacial individual. 

"Parque empresarial de uso mixto" Orbital Reef

El 25/10/2021 Blue Origin y Sierra Nevada Corporation lanzaron su plan para la creación de una estación espacial con módulos de alquiler.

Cortesía de Blue Origin.

El 21/09/2021, Robyn Gatens, directora del programa de la Estación Espacial Internacional (EEI) (ISS por su sigla en inglés) dijo que la transición de las investigaciones que se realizan actualmente en la EEI a una o más estaciones comerciales permitirá a la NASA, cambiar importantes recursos financieros y de personal hacia otros objetivos.

¹)- No se debe confundir con el proyecto espacial Aurora financiado por la Unión Europea y liderado por Sener Aerospacial, el cual se refiere a tecnologías avanzadas de software que tendrían aplicación entre otras áreas, en el denominado New Space.