Frustraron contrabando de un meteorito.
- Frustraron contrabando de un meteorito. -
Los vacíos jurídicos existentes entorno a los temas relacionadas a estos viajeros del espacio han sido tempranamente abordados en el Uruguay, haciendo aportes pioneros apenas comenzada la década de 1950 y además advirtiendo sobre la falta de atención de la legislaciones vigentes a los problemas jurídicos que se avecinaban derivados de la conquista espacial. Falta de previsión, tanto de la organizaciones supranacionales, como de las legislaciones nacionales.
Estos aportes adelantados a su tiempo, como hoy los que tienen su misma anticipación, fueron entonces y también hoy, blanco de ironía y hasta de burla. Referidos a la problemática aeroespacial, cobran en la actualidad una destacadísima relevancia como antecedentes con respecto a las regulaciones de las futuras estaciones espaciales privadas de occidente, cuya construcción impostergable e inminente, abordaré en las siguientes entradas.
"Frustraron contrabando de un meteorito".
De esta manera se titulaba la noticia en muchos medios argentinos y uruguayos a fines de abril de 2022.
Lamentablemente detecto muchas afirmaciones erróneas en las informaciones dadas sobre este tema, que sumado a los motivos que subrayo al inicio de esta entrada, me impulsan a redactarla.
El hallazgo había ocurrido el 16 de marzo en un operativo de la Prefectura del Puerto de Paysandú en Uruguay, más precisamente cerca del paraje La Piedra en la costa del departamento de Paysandú, al sur de la ciudad del mismo nombre, cuando una embarcación procedente de la provincia de Entre Ríos de la República Argentina atravesando el Río Uruguay pretendía ingresar una roca de unos 500 kilos.
Siendo alertada la Prefectura de Uruguay por su par de Argentina, se lanzó a la búsqueda del bote sin bandera que se había dado a la fuga, encontrándose la embarcación ya subida a un tráiler y con dos personas trabajando en ella para sacarla del Río Uruguay, los que al verse sorprendidos se fugaron a través de un monte aledaño a la orilla del río. Si ciertamente, por el contrario de lo que esperaban, el personal de Prefectura a cargo no encontró aparentemente nada importante, la actitud de fugarse de los ocupantes hizo pensar que habría en la embarcación algo de valor, por lo que se puso en conocimiento al fiscal de Paysandú y se incautó la roca.
Fotografías cortesía de la Armada Uruguaya.
Analizada por la Facultad de Ciencias de Uruguay, la roca resulto ser un meteorito metálico, también llamado siderito¹). La composición de éstos esta mayoritariamente compuesta por hierro y níquel y aunque la proporción en que se encuentran estos minerales es relevante en cuanto a su clasificación, lo que es definitorio es la presencia del resto de elementos minoritarios, estableciéndose dos criterios para clasificarlos, en cuanto a su composición estructural o en cuanto a su composición química.
Por la poca información trascendida, se ha afirmado que existe casi la certeza que por su constitución en porcentajes de hierro y níquel y la presencia de anatasa [una de las cinco formas de (TiO2)] pertenece a una zona del norte argentino. Específicamente, hay en la Argentina, una amplia zona de dispersión de meteoritos de muchos kilómetros cuadrados, conocida con el nombre de "Campo del Cielo" donde hay miles de fragmentos de diferentes tamaños. Se halla entre la provincias del Chaco y Santiago del Estero. Los meteoritos proceden de una fragmentación producida en la atmósfera hace unos 4.000 años. Los nativos locales le dieron ese nombre de "Campo del Cielo" en su lengua ("Pigüem Nonraltá" o "Pingüen N´onaxa") y lo consideraban un lugar sagrado donde las piedras habían caído desde el cielo y por cierto, con mucho acierto. Por el año 1576, un equipo de exploración española lo descubrió. Aclaremos que si bien esta zona de depósito de fragmentos de un meteorito es quizás la más extensa del mundo, abarcando unos 22.000 km², no es el único lugar en la Argentina donde se pueden encontrar meteoritos. En la propia provincia argentina de Entre Ríos de donde procedía la embarcación mencionada, se han producido caídas, incluso recientemente como en el caso del meteorito Berduc que cayó el 6/04/2008 y puso en evidencia las carencias de la legislación en cuanto al régimen legal que se debería aplicar a su posesión y propiedad.
El meteorito más grande hallado hasta el momento es el Hoba de 66 toneladas encontrado en la actual Namibia* en 1920. (De GIRAUD Patrick - Trabajo propio, CC BY 2.5, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1093609)
*Precisamente en 1920, la actual Namibia había dejado de ser África del Sudoeste Alemana, para ser anexada como provincia propia por la Unión Sudafricana
De un gran valor, la Argentina tuvo una ley a nivel provincial y luego una ley argentina de protección, no permitiéndose su comercialización.²) Sin embargo, esta ley es totalmente insuficiente y deja sin atender precisamente el tema de la propiedad. En relación con el suceso de Paysandú algunos expertos consultados por los medios periodísticos han expresado que el traslado al Uruguay se debe a las fuertes leyes que contemplan el tráfico de estos objetos en la Argentina, sin embargo al analizar las mismas, la norma solo permite reclamar a otros países los meteoritos robados. Cosa que al momento no se ha concretado. Erróneamente, se ha afirmado que en el "Campo del Cielo", se encuentra el meteorito más grande del mundo, pero en realidad quizás esto es solo una deformación de la información sobre la estimación del tamaño del objeto que se dispersó en fragmentos en la atmósfera terrestre. En realidad el fragmento más grande hallado recientemente denominado "Gancedo" pesa unas 30,8 toneladas, bastante menos que el "Hoba" descubierto en Namibia en 1920, que pesa 66 toneladas. Antes, en Campo del Cielo se había encontrado "El Chaco", que constituyen con el "Gancedo" el segundo y tercero más grande después del "Hoba". Muchas publicaciones mantienen a "El Chaco", como el segundo más grande ya que le daban un peso de 37 toneladas (1990), realizada su pesaje en 2016 éste dio mucho menos de lo que se esperaba, 28.840 kilos. Se estima que diariamente llegan a la atmósfera terrestre unos 75.000.000 de "meteoroides", denominación propia de los aerolitos que no llegan a la superficie. Aunque no de aceptación unánime, convencionalmente se distinguen los meteoroides como objetos espaciales con una dimensión de entre 100 micras para distinguirlo del polvo cósmico y 50 m para diferenciarlos de los asteroides. Como el agua de los océanos cubre un 70,9% de la superficie terrestre, normalmente cuando son meteoritos (palabra que define a los que llegan a la superficie terrestre) caen en ella. Como diría el escritor y científico británico Arthur Charles Clarke: "Que inapropiado llamar a este planeta Tierra cuando claramente es Océano". De los que llegan a la tierra firme, los más fáciles de hallar se encuentran en las superficies de los desiertos y en el hielo como en la Antártida y los glaciares. Pero a pesar de eso, ha habido incidentes en que pequeños meteoritos han impactado en personas.
Los meteoritos son muy estimados por los coleccionistas, alcanzando valores de venta muy elevados, se dice erróneamente que el decomisado en Paysandú, tendría un valor de un millón de dólares, y también se publicó que la Armada había comunicado que el kilo podría valer U$S 1.000 una cifra más aproximada a la realidad, pero de todas formas igualmente errónea, ya que su valor real sería posiblemente de bastante menos de 100.000 dólares toda la pieza. Dado que además no es un espécimen raro que atraería la puja de los coleccionistas, por el contrario, no solamente son abundantes los restos, sino que desde que lo descubrieron los españoles en el siglo XVI, hasta hace tan solo quince años han sido objeto de recolección y vandalismo, por lo cual son muchos los ejemplares desperdigados en manos de particulares. Sin conocer los detalles del análisis, ni que tan riguroso y extenso ha sido, para poder saber de dónde proviene y que características tiene, puede decir que algunas piezas del "Campo del Cielo" se han vendido por solo U$S0,40 el gramo, un precio incluso por debajo del de las condritas de Marruecos.
Los valores se elevan e irónicamente diría que pueden ser astronómicos, en principio por lo exclusivo, por su procedencia en cuanto al espacio exterior (asteroide, cometa, Luna, planeta Marte ,etc.) y en cuanto a la composición. En este último caso puede relacionarse con la apreciación estética donde también se valora la forma, o por el contenido de metales raros o inexistentes en nuestro planeta³), la mayoría de las veces originados en la formación del Sistema Solar hace 4.550.000 de años. A veces la historia de las piezas también puede valorizarlas, pero en la mayoría de las oportunidades esta es inaccesible. También otro motivo para elevar su precio es el que haya sido analizado por científicos y como tal aceptado oficialmente. Estos valores han sido motivo desde siempre para que se den muchas estafas con ejemplares falsos, aumentadas en el presente a través de las ventas por internet. Aunque también hay un perseguido comercio negro de los auténticos, que por ejemplo explicaría por qué Hoba solo pesa actualmente 60 toneladas. El vandalismo reiterado sobre el mismo, llevo a que el gobierno lo declarara Monumento Nacional en 1955 y en 1987 el dueño de la granja Hoba Oeste (cuyo nombre fue motivo del nombre asignado al meteorito), donó al Estado tanto el meteorito como el sitio donde se halla.
Comentaba más arriba que si bien los incidentes de meteoritos son muy poco frecuentes en lugares habitados, también son posibles.
El 30/11/1954, en una tarde despejada, en el pueblo de Silacagua, estado de Alabama, Estados Unidos, un meteorito de unos 30 cm cayó sobre una casa, atravesó el techo, rebotó destruyendo una radio y le produjo lesiones en una mano y cadera a la señora Ann Hodges que allí dormía. Debido a la paranoia existente por la Guerra Fría el jefe de policía de Silacagua la confiscó y notificó a la Fuerza Aérea. Presentándose personal de la Fuerza Aérea, estos retiraron el aerolito. Ann Hodges reclamó el mismo "Siento que el meteorito es mío", dijo, "Creo que Dios quería que fuera para mí. Al fin y al cabo, ¡fue a mí a quien golpeó!". Ante el insistente pedido de Hodges y el del público que la apoyaba el meteorito le fue devuelto. Pero entonces se suscitó un problema, Ann y su esposo Eugene eran inquilinos y la dueña que les arrendaba, una reciente viuda llamada Birdie Guy, contrató un abogado con el fin de entablar pleito contra los Hodge, invocando los derechos por ser dueña del terreno. Sin llegar a los tribunales, la señora Guy aceptó U$S500 para deponer su demanda. El señor Hodges pensaba que el meteorito tenía un valor muy superior y rechazo incluso una oferta del Smithsonian. Sin llegar a recibir nunca una oferta tentadora, finalmente en 1956 el meteorito fue donado al Museo de Historia Natural de Alabama, donde permanece expuesto. Si bien, la señora Hodges se recobró al poco tiempo de sus heridas físicas, quedo afectada mentalmente hasta su muerte por el suceso. Sufriendo crisis nerviosas por miedo a que el suceso volviera a repetirse, en 1964 el matrimonio se separó y falleció en 1972, a los 52 años, debido a un fallo renal.
En el caso de que el litigio entre Birdie Guy y los Hodges (que destacados juristas de Uruguay y otro países asociaron erróneamente con Hodges contra Fuerza Aérea de Estados Unidos) se hubiera llevado a cabo, el fallo habría sido en favor de la propietaria del terreno Guy, pues de esta forma se había fallado desde cuando la Corte Suprema de Iowa a principios del siglo XX había resuelto el primer pleito. Seguida en 1905 por la corte de Oregón en 1905 y que continuaba con el camino de la jurisprudencia de Francia que ya en el siglo XIX, había tomado decisiones judiciales sobre estos temas. En esa época, el Tribunal Civil de Aix en Provence, intervino incluso en un litigio sobre un meteorito en que participó un propietario del terreno, un arrendatario y un individuo que fue quien realizó el hallazgo. Como se puede observar siguiendo el caso del meteorito Berduc, caído en un vivero de Entre Rios, las leyes al respecto continúan siendo insuficientemente claras.
Luego de un período donde no estaba definido claramente el marco jurídico referido a los mismos y después de varias controversias surgidas en los cincuenta, en 1964, 1965 y 1966, la UNESCO formo un grupo de trabajo para aconsejar y analizar el estatuto jurídico de dichos cuerpos. Por un lado tenemos a los juristas que apoyados en el concepto de accesión acuerdan que el derecho sobre los mismos es de quienes son dueños del terreno donde se hallen o caigan (art. 731 del Código Civil de Uruguay). Otros se apoyan en el modo de adquirir el dominio de la ocupación (contemplado en el artículo 706 del C.C. uruguayo). Se considera que el meteorito es "res nullius" (cosa de nadie) por lo cual puede ser objeto de ocupación. Según se establece en el artículo 1° de la Convención Internacional sobre las Actividades de los Estados en el Espacio Ultraterrestre de 1967, se entiende que mientras se hallan en el espacio no pueden ser propiedad de ninguna persona, siendo "res communis humanitatis" patrimonio común de la humanidad, en otra muestra de la manifiesta conducta egocéntrica del hombre. Debemos puntualizar por un lado que el tratado no se ha firmado por todas las naciones (133 países lo firmaron y 110 de ellos lo ratificaron) y por otro lado las condiciones actuales son totalmente diferentes a las que existían en la época en que se firmó el tratado, por lo cual las disposiciones se presentan en muchos casos obsoletas e insuficientes. Por lo contrario, quienes se apegan a los principios del Derecho Romano se apoyan en el hecho de que para éste la propiedad del suelo se extendía hasta el cielo (ad coelum) y hasta el infierno (ad inferos). Nuestro Código Civil de Uruguay, inspirado en el Código Civil francés, adoptó de éste en su artículo 748 lo que estableció aquel en su artículo 552: "el derecho de propiedad no se limita a la superficie de la tierra sino que se extiende hasta lo que está sobre la superficie y lo que está debajo".
Estas imágenes corresponden a la caída del meteorito más documentado de la historia, se trata del caído el 9/10/1992 en Peekskill a 80 km al norte de la ciudad de Nueva York, del cual se grabaron 16 videos atravesando el cielo nocturno, para luego impactar un Chevrolet Malibú, el cual posee se propia página Web.
Según mindat.org
Tocando cada tipo hay una breve descripción, de esta página recomendable, de la cual extraje las características del meteorito de Peekskill.
- Roca
- └Meteorito y otras rocas y sedimentos extraterrestres
- └Meteorito
- └Meteorito de condrita
- └Meteorito de condrita por tipo petrológico
- └Meteorito de condrita petrológico tipo 6
- └Meteorito de condrita H6
- └Meteorito de condrita breccia de fusión H6
- └Meteorito de condrita H6
- └Meteorito de condrita petrológico tipo 6
- He debido hacer letra muy chica para que pueda ser visualizada en los celulares.
- └Meteorito de condrita por tipo petrológico
- └Meteorito de condrita
- └Meteorito
- └Meteorito y otras rocas y sedimentos extraterrestres
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