El gato de Schrödinger (10°parte)
-El gato de Schrödinger continúa siendo protagonista.-
"La conciencia no puede explicarse en términos físicos. Ya que la conciencia es absolutamente fundamental. No puede aplicarse en términos de otra cosa".
Erwin Schrödinger
Una cámara especial ofrece la prueba fotográfica sobre el entrelazamiento cuántico. En la foto cuatro imágenes de fotones en cuatro diferentes fases de transición. Universidad de Glasgow
Como es lógico asumir, la hipótesis original de Penrose-Hameroff ha madurado en el tiempo y a sufrido revisiones por sus autores, a partir de las nuevas experiencias que se han suscitado de forma posterior a su introducción en el ámbito especulativo. No solamente ha sido revisada en virtud de las críticas y del desarrollo científico, sino que por añadidura, ha incorporado nuevas sugerencia. Una de ellas, ha sido la de las "frecuencias de latido" de vibraciones de microtúbulos más rápidas como una posible fuente de los correlatos electroencefalográficos observados de la conciencia. La Orch OR, ha incorporado de la mano de Hameroff, características y observaciones, como ser el comportamiento enigmático de especímenes biológicos unicelulares y los efectos anestésicos. Sin lugar a duda la audaz Orch Or (reducción objetiva orquestada), para ser aceptada o rechazada de forma contundente, deberá esperar que haya una mejora significativa en la capacidad experimental actual. De todas formas, en el tiempo necesario para que esta capacidad experimental pueda llegar a corroborar o negar la exactitud de esta teoría, esta será el campo fértil para generar nuevos cuestionamientos. Alejados de poder efectuar comprobaciones científicas éste es el momento de inquirir. Recordando las palabras de Jiddu Krishnamurti: "Si afirmáis que es imposible, es obvio que dejasteis de inquirir", no te aproximarás a la verdad. En una revisión que hacen los propios Penrose y Hameroff de tu teoría, observo que la viga estructural de la misma que distribuye el peso de la prueba, está constituida por cuestionamientos: ¿Cómo produce el cerebro la conciencia?, ¿Cuál es la experiencia fenoménica y que distingue la cognición consiente de la no consiente?, ¿Cómo y porqué tenemos, una "vida interior" de experiencia subjetiva?, ¿Cómo se une el contenido consiente?, ¿Requiere la sincronía precisa sinapsis eléctrica y/o entrelazamiento cuántico?, ¿La sincronía refleja momentos consientes discretos y unificados?, ¿Qué factor no computable puede ocurrir en el cerebro?, ¿Cómo manifiestan las células individuales un comportamiento inteligente?.
En la octava parte, al hablar del creciente interés de aplicar la física cuántica para poder explicar algunos procesos biológicos, mencionábamos la navegación en la emigración de las aves haciendo uso del campo magnético de la Tierra y la fotosíntesis. Por un período, se había considerado que el hierro presente en el pico de las aves era el que les permitía orientarse de esta manera. En 2008, se comprobó que lo hacían por un proceso totalmente diferente. El fenómeno denominado magnetorrecepción no solo se pudo investigar en las aves, sino también en bovinos y otros animales. Aunque se nombra a esta investigación como pionera, ya se había realizado un análisis previo en 2007 por la Universidad de Gotemburgo. La que estuvo a cargo de un equipo del Woodward Laboratory de la Universidad de Tokio (Japón) dirigido por Jonhatan Woodward. Para lograr su objetivo su utilizó un microscopio especial diseñado por el propio equipo. Ya anteriormente, otras investigaciones habían descubierto que proteínas presentes en la células a las que se llamó criptocromos y una molécula que integra los mismos (dinucleótido de flavina y adenina o FAD) estaba relacionado con la magnetorecepción. Simplificando, el estudio demostró que la orientación se deriva de una reacción frente a un campo magnético débil que provoca una reacción química en la retina de los ojos de las aves, estando relacionado con iones de gran inestabilidad. Estudios posteriores que fueron hechos por la Universidad de Melbourne, involucraron a las abejas. En adelante se fueron sucediendo los experimentos en anfibios y otras especies de animales. En definitiva, posteriormente se ha relacionar esta capacidad con la física cuántica. Se le vincula más concretamente con el entrelazamiento cuántico. Según otro estudio de la Universidad de Creta estaría en relación directa con el efecto cuántico Zenón, también conocido como paradoja de Turing. Como anécdota, digamos que en 2021, 72 años después, se dio a conocer una carta inédita de Einstein, revelada a los investigadores por Judith Davys, La carta fue enviada al difunto esposo de Judith, el investigador de radar Glyn Davys. En abril de 1949, Einstein asistió a una conferencia del Nobel Karl von Frisch (Fisiología y Medicina 1973), especialista en la "danza de la abejas". En la carta Einstein dice: "Es concebible que la investigación del comportamiento de las aves migratorias y las palomas mensajeras pueda algún día conducir a la comprensión de algún proceso físico que aún no se conoce". Mecanismos similares afectarían fenómenos como la fotosíntesis.
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